Adidas fue criticado por figuras mundialistas como Gianluigi Buffon (el portero de la selección de fútbol italiana y del Juventus en el calcio) por el diseño de Jabulani, la pelota elaborada para el mundial de fútbol Sudáfrica 2010, que describía una trayectoria impredecible y confusa, de acuerdo al veterano guardameta. Otros delanteros y jugadores aseguraban que su superficie, exageradamente lisa, hacía complejo el control del balón, así como dirigirlo certeramente tras propinarle una patada o un ligero toque.
Brazuca ha mejorado en cuanto a superficie. Los expertos de Adidas han diseñado para este nuevo balón oficial un sistema modular en forma de hélice que se encuentra conformado por seis paneles, reduciendo considerablemente los 10 del Jabulani, los 14 del Teamgeist (Alemania 2006) y los 32 que poseen los balones de fútbol ordinarios. Este permite mejorar la trayectoria del balón y su agarre, ya que posee una superficie texturizada que le da mejor adhesión.
Un experto en aerodinámica del Centro de Investigación Ames de la NASA hizo un análisis del Jabulani y del Brazuca en un túnel de viento, llegando a la conclusión de que la pelota del mundial pasado llegaba con mayor rapidez al efecto nudillo, conocido también como efecto knuckling, que consiste en el cambio de dirección inesperado del balón al alcanzar cierta velocidad. Rabi Mehta, el experto en cuestión, asegura que la rugosidad en la superficie del balón es la responsable de reducir este fenómeno.
De acuerdo a las consideraciones y al análisis de la superficie del Brazuca, los imprevistos del efecto nudillo parecen estar controlados. El balón es más firme y definitivamente más certero. Jabulani, por su parte, al ser más lisa llegaba con mayor facilidad al knuckleball, en especial en los tiros libres, donde no sólo podía tomar una dirección adversa de acuerdo a las necesidades del jugador que cobraba el tiro, sino que además era capaz de confundir al portero con un giro sorpresa.
