“La Responsabilidad Social Empresarial no es moda, es algo en lo que tienes que creer”

Raúl Baltar Estévez, de profesión economista y de pasión deportista, salió hace diez años de su España natal para hacerse cargo de la Presidencia del Banco Interamericano de Finanzas (BIF) en Perú y desde hace dos años asumió la Presidencia Ejecutiva del Banco Exterior en Venezuela donde realiza importantes contribuciones a diferentes comunidades venezolanas a través de sus programas de Responsabilidad Social Empresarial.

Según sus propias palabras esta gestión social empezó desde el día que piso suelo americano, cuando sintió la inquietud de “hacer algo que mejore esa situación -social de miseria y pobreza-, aunque sea de forma muy humilde, uno lo que tiene es la necesidad de aplicar esas posibilidades”.

“Entonces a partir de allí, es que yo empiezo también a conocer y a investigar, en parte por intuición, pero hay cosas que se pueden empezar por intuición, pero luego tienes que dar algún tipo de metodología. Porque la intuición te cubre hasta un punto, y a partir de allí necesitas algún apoyo más profesional y un conocimiento mayor”, porque Responsabilidad Social Empresarial “no significa ni caridad, ni filantropía” es una cultura.

Felizmente, la mesa estaba servida para que Baltar pudiera desarrollar su gestión social. Los valores del Grupo IF, al cual pertenecen BIF y Banco Exterior, lo llaman ser una Institución Socialmente Responsable.

Con la investigación y la idea de que para lograr “que el país avance la Empresa Privada debe participar en las mejoras de las concisiones estructurales básicas de la población”, para que “las cosas vayan mejorando, en los temas estructurales más importantes en la salud, en la cultura, en la educación, porque realmente el Estado en ese punto todo no puede hacerlo” comenzó su gestión social en BIF donde impulsó programas culturales y educativos. Tarea que ha continuado al frente del Banco Exterior con programas internos como Banca Sin Papel, el mejoramiento de las áreas comunes de la sede principal y el apoyo a asociaciones civiles como Cardioamigo, Fundación Amigos del Niño con Cáncer, entre otras.

Para Baltar algo está muy claro no importa el tamaño de la empresa sino la proactividad y la actitud de quienes la conforman para creer y transmitir el concepto de Responsabilidad Social Empresarial. Para esto propone empezar por revisar los programas que el Banco Interamericano de Desarrollo que financian iniciativas sociales privadas, también se puede investigar en Internet “allí vas a encontrar pequeñas guías que te van ayudar a tomar una serie de decisiones, que para empezar te van hacer sentir que a ti junto con tus dos, tres, diez o veinte empleados que el tema de la Responsabilidad Social no es ajeno”.

“De inmediato para un empresario le viene el concepto y piensa que hacia donde él como empresario está trabajando. Con qué visión, a qué plaza, y si yo deseo que mi empresa sea la misma o mayor dentro de unos años, hay cosas que tengo que hacer”. Además debe conocer cómo es su relación con su empleado: si hace horas extras o por el contrario intentas que no hagan horas extras para que tengan su vida personal, interactúas con ellos o si ofreces programas de formación.

Por ejemplo, en el Banco Exterior comenzó por implementar programas internos con la creación de un nuevo comedor amplio, la creación de áreas de esparcimiento y un nuevo diseño de oficina más abiertas y con mayor iluminación. Luego ejecutaron aquellos con visión interna-externa como “Banca Sin Papel” cuyo objetivo principal reducir el consumo de papel dentro de los procesos de la organización y por cada árbol salvado realiza un programa de reforestación en el cual todos los empleados voluntariamente pueden plantar un nuevo árbol.

Luego se pueden realizar alianzas con los clientes y proveedores para organizar iniciativas más grandes. Hay que ir “cambiando el perfil, de las empresas a humanizarlas y hacerlas en lugares agradables para trabajar” y creando acción, porque la Responsabilidad Social Empresarial para Raúl Baltar “no es una moda, no es un logo, no es un slogan, no es algo que corresponda hacer, sino que tienes que creer en ello, es un tema de principios”.